domingo, 1 de mayo de 2022

Dia de Las Madres

Origen del Día de la Madre, 
    Es una celebración en honor a las madres, a los lazos maternos, y su influencia en la sociedad. El Día de la Madre 2015 se celebra el 3 de mayo en España aunque en muchos lugares del mundo se festeja en diferentes días, con mayor frecuencia en los meses de marzo o mayo. 

Esta festividad no se relaciona con las muchas celebraciones de las madres y la maternidad que se han producido en todo el mundo durante miles de años, como el culto griego a Cibeles, el festival romano de Hilaria, o la celebración dominical de la maternidad cristiana. A pesar de ello, en muchos países este día está relacionado con las tradiciones más antiguas. En el siglo XV, los ingleses comenzaron a celebrar el Domingo de las Madres, en primer lugar al principio de la Cuaresma y luego el cuarto domingo de Cuaresma. 

En 1908, Estados Unidos desarrolló la moderna festividad del Día de la Madre, creada en memoria de la madre de la profesora Anna Jarvis. Reino Unido comenzó a adoptar esta festividad en 1914 y Alemania lo formalizó en 1923. Otros países como Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Italia, Turquía y Australia hoy día ya siguen esta tradición. En la mayoría de los países es una celebración reciente derivada de los festejos desarrollados en los Estados Unidos. 

Aprobado por otros países y culturas, la fiesta tiene diferentes significados, se asocia a diferentes eventos (religioso, histórico o legendario), y se celebra en diferentes fechas. En algunos casos, países que ya tenían su celebración propia en honor a la maternidad, posteriormente adoptaron varias características superficiales de la festividad de EE.UU., tales como dar claveles u otros regalos. La extensión de esta celebración es muy variable. 

En algunos países, es potencialmente ofensivo para una madre no para celebrar la fecha del Día de la Madre. En otros, se trata de un festival poco conocido celebrado principalmente por inmigrantes, o cubierto por los medios de comunicación como una muestra de la cultura extranjera. 

    Las canciones dedicadas a las madres se cuentan por docenas; son temas entrañables, muy comerciales, de fácil venta y cuyas sentimentales letras calan con facilidad en el gran público, aunque algunas no sean precisamente obras de arte ni en su música ni en su dulzona letra. 

Cuando el compositor cubano Osvaldo Farrés escribió el bolero Madrecita en 1954 no podía suponer que se convertiría en el himno de todas las madres cubanas; himno cantado mil veces por el también cubano Antonio Machín. Una bonita canción que Farrés dedicó a su madre que era precisamente sorda; no pudo oír la música ni la voz del entonces bolerista de moda, Fernando Albuerne, pero sentía la ternura de la letra y debía estremecerse cuando leyera estas estrofas escritas por su propio hijo: "aunque amores yo tenga en la vida… como el tuyo, jamás madre mía, como el tuyo no habré de encontrar". 

 Unos años después, en 1960, la familia Escobar con Manolo de solista, popularizó otra relamida canción dedicada a su madre, el pasodoble Madrecita María del Carmen: "hoy te canto esta bella canción. Con ella te brindo mi cariño y, lo mismo que cuando era un niño, en mis labios pongo el corazón". El trío granadino de allá por los años 60 y tal vez más conocido fuera de nuestras fronteras que en la propia Granada. Lo formaban tres jóvenes artistas que respondían a los nombres de Fermín Padilla, Luis García y Antonio Fernández de Moya; eran los que paseaban su nombre artístico como Los 3 de Granada. 

Con un par de instrumentos, laúd y guitarra, y la voz del solista recorrieron media Europa llevando ánimo y esperanza a los miles de emigrantes españoles que por entonces hubieron de salir de nuestras fronteras para que los que nos quedamos viviéramos algo mejor. Los 3 de Granada se instalaron en París actuando junto a figuras como Luis Mariano y Gloria Lasso, hasta que les salió un sustancioso contrato en Israel en 1963; la sala de fiestas El Mandarín exhibía con orgullo el cartel con sus nombres en grandes caracteres. 

En Grecia, Yugoslavia, Bulgaria, Holanda, Francia… supieron de los éxitos de estos granadinos que recuerdan todavía hoy los emocionados aplausos de miles de emigrantes con sus lágrimas saltadas cuando interpretaban la tierna canción Recuerdo a mi madre, con letra y música del todavía hoy maestro y director del Coro músico vocal Azahar, Antonio Fernández de Moya. 

La voz del solista Fermín llegaba al corazón de aquellos españoles que rápidamente interiorizaban el argumento: "esta canción la dedico a todas las madres de España, que tienen a sus hijos muy lejos y en tierra extraña".

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