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Desaparecida la tradición zarzuelera y recluida en algunos santuarios la revista, el teatro musical era inexistente en España. La apuesta de Camilo Sesto al montar "Jesucristo Superstar" (1970) en nuestro país era arriesgada. Arriesgada en dineros (Doce millones hasta subir el telón hubo de desembolsar) e incierta en resultados. Artime y Azpilicueta hicieron la adaptación teatral a partir del original que Tim Rice y Andrew Lloyd Weber habían estrenado cinco años antes en Londres.
Camilo Sesto se reservó el papel principal. Los restantes fueron para la dominicana debutante en España, Ángela Carrasco en María Magdalena; Teddy Bautista como Judas (aquel falso apóstol que vendió a Nuestro Señor por treinta monedas, toda una premonición de futuro), el barítono lírico Carlos Chausson como el sumo sacerdote Caifás, Alfonso Nadal como Poncio Pilatos y Dick Zappala, cantante de Araxes y más tarde de Azahar en un estupendo rey Herodes. La música en directo la ponía un grupo con antiguos componentes de Canarios. La dirección musical fue del propio Teddy Bautista.
Supuso un gran éxito en el teatro y no tanto en las tiendas, al menos en las españolas. El éxito apoteósico con continuos aplausos y demandas de bises se vio empañado por la actuación de los denominados Guerrilleros de Cristo Rey, grupo ultra que en alguna representación agredió a los espectadores y amenazó a los actores por blasfemos.
La cosa no pasó a mayores, aunque algún día lograron interrumpir la representación de forma grave. Hay que tener en cuenta que el estreno fue el 2 de noviembre en plena agonía del dictador y cada cual intentaba demostrar su postura de fuerza ante lo que se consideraba ya como un cambio irremediable en la política española. Claro, que en ese momento nadie sabía la dirección que podría tomar ese cambio.
Decía antes que el doble LP, lastrado por su elevado precio, no se vendió tanto como cabía esperar. Además, en ese momento existían un buen número de versiones, resúmenes y selecciones de la obra en el mercado a un precio inferior, lo que echó un poco para atrás al comprador. Con todo, un trabajo encomiable que hay que saludar como el primer musical moderno hecho en nuestro país.
De entre los temas contenidos en este álbum enseguida destacó “La oración del huerto” o “Getsemaní”, con un brutal cambio de ritmo subrayado por la frase: “Yo quiero ver, yo quiero ver mi Dios, quiero saber, quiero saber, Señor”. Esta canción se publicó en formato single, vendiéndose muy requetebién. Un increíble alarde vocal que el cantante de Alcoy repetía cada día (dos veces si era fin de semana).
Otros momentos memorables de la actuación solista de Camilo fueron la triunfal “Hosanna” apoyado por el coro y alternando con Carlos Chausson en el papel de Caifás. La acariciante balada “Pobre Jerusalén” y el sobrecogedor final recitado de “La crucifixión” en la que mucho tienen que ver los sintetizadores y efectos de sonido suministrados por Teddy Bautista.
Muchas Gracias A+
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