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martes, 4 de marzo de 2025

Albatros 2014 - Mundo Bosque

Formato: FLAC 
Tamaño Rar: 319,35 MB 

       Albatros alza su vuelo final con su tercer disco “Mundo Bosque”, testamento fiel de la línea de trabajo que ha venido cultivando y madurando la banda desde los tiempos de sus discos anteriores “Pentadelia” y “Ursus”, esto es, prog psicodélico elaborado con equitativas dosis de garra y refinamiento. Si decimos que se trata del vuelo final de ALBATROS es porque, en efecto, “Mundo Bosque” marca la despedida de la banda, la cual ya se halla disuelta desde antes de la edición concreta del disco en cuestión por obra del sello chileno Mylodon Records. 

Es una pena que el grupo ya no permanezca – bien es verdad que nada hay permanente en este mundo – pero todavía nos queda la alegría de disfrutar de nueva música rockera exultante de creatividad y osadía: en este sentido, la conjunción de Javi Fernández [guitarras y voces], Tolo Gabarró [batería], Joan Gabriel [bajo y voces], Marc González [guitarras y voces] y Red Pèrill [teclados, sintetizadores y voces] no nos decepciona para nada en este tiempo de abandonar la casa y apagar la luz. En algunas ocasiones, el quinteto viene aumentado por la presencia del percusionista invitado Magí Batalla. 

Repasemos a continuación los detalles del repertorio de “Mundo Bosque”. A través de la secuencia inicial de ‘El Nombre Del Mundo Es Bosque’ e ‘Hijos De Los Hombres’ nos topamos con unos primeros 12 minutos y pico donde la gente de ALBATROS revela el asentamiento sonoro hacia el cual ha evolucionado de forma sólida y consistente. ‘El Nombre Del Mundo Es Bosque’ empieza con un ceremonioso preludio instrumental que suena a una versión domesticada de stoner con esas etéreas escalas de las guitarras y la cósmica capa de sintetizador; luego, el cuerpo cantado se centra en un ejercicio de psicodelia melódica, refrescante y agradable, bien encuadrado dentro de un groove sobrio. 

Por su parte, ‘Hijos De Los Hombres’ se revela intenso y explosivo, una situación donde la gente de ALBATROS juega sus cartas más extrovertidas, trazando nexos con estándares del rock duro clásico y la vertiente hard progresivo de aquellos años 70s: cómo no advertir vínculos con los paradigmas de BLOQUE y ASFALTO, cómo no sentirse motivado por las interacciones entre las guitarras y los teclados mientras la dupla rítmica asienta una ingeniería vibrante para sostener el desarrollo instrumental en curso. Luego sigue ‘El Hombre Anciano’, una pieza evidentemente signada por un talante reflexivo, mostrando su densidad emocional a través de la patente densidad de los guitarreos utilizados para su desarrollo melódico: la inserción de un interludio en clave marchosa realza la vibración meditabunda del tema, como si se tratara de un momento en que la insatisfacción adopta un disfraz airado. 

Cuando llega el turno de ‘Caminante De Luz’, volvemos a la robustez etérea con la que había empezado el disco, pero esta vez con una actitud más frenética que se emparenta con ‘Hijos De Los Hombres’. La transición elaborada por el inicio instrumental antes de llegar a la parte cantada es simplemente fenomenal: las ideas fluyen con solvencia, tocadas con la solidez y buen pulso que ha caracterizado desde siempre al colectivo de ALBATROS. Las cercanías a BLOQUE y ASFALTO vuelven a emerger, así como algunos elementos del URIAH HEEP temprano y una versión ultra-refinada de HAWKWIND. 

La canción es prácticamente un clímax continuo, y justo por ello siente el oyente que el final se da demasiado pronto… pero bueno, todavía queda disco por delante y es el momento de la pieza instrumental ‘Tardis’. En muchos sentidos, ‘Tardis’ es el sucesor ideal de ‘Caminante De Luz’ porque recoge parte de su vigor y lo reelabora con aires jazz-rockeros, logrando instalar así una variante interesante a la ilación de climas y atmósferas que nos ha estado entregando la banda. 

El tenor lírico de las bien construidas líneas de la primera guitarra y el dinamismo llamativo de la dupla rítmica encuadran muy bien el bloque general de la instrumentación; el solo de piano eléctrico también es digno de una mención particular. La tríada de ‘El Hombre Anciano’, ‘Caminante De Luz’ y ‘Tardis’ supone, sin duda, una ascensión hacia senderos de luz y pasión donde el repertorio del álbum halla un cénit de expresividad. 

 ‘Ende’ es un blues-rock fiel al estilo 70ero, muy retro, coloreado con arreglos corales ingenuos y una ágil frescura que no viene nada mal después de la secuencia de las tres canciones precedentes. De hecho, es una oportunidad idónea para disfrutar de una apreciación directa del buen manejo que ALBATROS puede hacer de ideas musicales perfiladas con cierto preciosismo. Más tarde o temprano debemos llegar a los últimos 8 ½ minutos del álbum, los cuales están están ocupados por ‘Cómo Estás Cuando Estás Bien’: esta canción retoma el espíritu contemplativo de ‘El Hombre Anciano’ durante la mayor parte de su estructura temática, añadiendo también algunos momentos cañeros en el camino. 

La sección final se sostiene en un motivo recurrente en 3/4 donde la banda expande su nervio rockero con calculado nervio que permite al clímax concluyente mantener el control de su propio vigor expansivo. Esto es todo con “Mundo Bosque” y también es la caida del telón para ALBATROS como entidad musical: gracias a Javi, Tolo, Joan, Marc y Red por todo lo que nos han dado en estos años, incluyendo a esta estupenda carta de despedida.

 

miércoles, 9 de octubre de 2024

Albatros 2008 – Pentadelia 395,71

Formato: FLAC 
Tamaño Rar: 395,71,00 MB 

         Este joven grupo de Igualada (Barcelona) practican un rock psicodelico que en ocasiones se entremezcla con momentos clásicos progresivos. Comienza su segundo disco "Pentadelia" con la instrumental "48" que combina a unos Pink Floyd con el Metal Progresivo mas de moda, a continuación "Supernova" recuerda en la guitarra a David Guimor y las voces en algo a Heroes del Silencio. 

Le sigue la misteriosa y acustica "Santuario" con un toque andaluz en el canto por parte de Javi Metal que pudiera recordar a rock andaluz. 

 Le siguen dos buenos temas como son "Ensor" y "Hombre menguate", el primero es un instrumental con muy buenas ideas, un mix entre el prog, el rock y la electronica y el siguiente tiene buenos momentos de guitarra psicodelica con un acercamiento a los planteamientos del Hard Rock de los 70's. Waiting for a sign nos ofrece voces tratatadas en una balada que va cogiendo ritmo acabando con Havi Metal remedando a Louis Armstrong. 

"Mehari" tiene buenos momentos guitarreros y finalmente la casi instrumental "Las tripas de Goliath" combina bien los ritmos e ideas, algo psicodelicas. Un trabajo que sin ser meramente progresivo creo que a muchos simpatizantes del prog hispano les puede llegar a gustar.

 

domingo, 8 de septiembre de 2019

Albatros 1979 – Albatros






Formato: FLAC
Tamaño Rar: 224,76 MB

Disco pleno de voces bien conjuntadas y guitarras limpias formado por una decena de canciones sin fisuras ni mediocridades, pero también sin un corte que destaque poderosamente sobre el resto.

El LP comienza con la canción que, a la postre, sería la más conocida del grupo y seguramente la que mejor cabe en los parámetros comerciales al uso. "De vuelta a casa" nos recuerda enormemente en sus voces a alguno de los temas de The Eagles, con un ritmo alegre, un acabado pulido y una batería con un sonido muy bien conseguido que conduce este viaje de regreso al hogar. Fue el tema elegido para encabezar el single estrella del grupo y, por tanto, la que más -casi diría que la única- que se escuchó en las FM de la época.

"Algo que descubrir" es una balada tierna, baja en almíbar innecesario. Una gran canción que merece la pena escuchar despacio, tal vez con la luz apagada, para paladear esas voces inscritas en un simplón pero efectivo ritmo muy bien conducido por el bajo. "No me quedaré" extiende las voces del grupo en varias grabaciones superpuestas. Un tema rítmico que contiene dos intervenciones del saxo muy breve e intensas ejecutadas por el maestro Pedro Iturralde.

Guitarras acústicas y armonías típicas del folk en "Despertar". Sombras como nuestros Solera y Tílburi o los forasteros de Crosby y compañía planean sobre este buen tema sin batería en el que los arpegios de las guitarras dibujan el acompañamiento.

Aunque comprendo que es una opinión de lo más particular, "Algo nuevo", que abre la cara B, es el tema que más me gusta. Sus arreglos de viento en contraste con los punteos de guitarra y la voz que aquí se deja de florituras y saca un aire gritón me parecen conformar la pista más original del álbum. También el más cercano a una propuesta de genuino rock. En la misma línea endurecida encontramos los casi siete minutos de "Cada día", un tanto estropeados al haber sido divididos en dos partes, pero en los que se hace patente que Albatros además de saber hacer voces, poseían unas guitarras notables.

El resto me parece escasamente destacable y, en algunos momentos, un tanto repetitivo y rozando la ñoñería. Las buenas voces se hacen en algún momento pesadas, al usar casi siempre los mismos intervalos armónicos. A destacar únicamente el saxo y el juguetón ritmo funky de "Sin mirar".

Una obra de nivel aceptable, aunque ya en su momento un tanto anticuada, que tuvo, además, la desgracia de ser publicado en un momento de revolución musical en la que otros estilos eran más apreciados por los consumidores de música. Albatros demuestran ser una promesa de la música; sin embargo, deberían cambiar bastante y volver el oído a los nuevos vientos para unos años después reconvertirse en Video y vender un buen montón de discos.



Albatros - De vuelta a Casa