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viernes, 29 de noviembre de 2024

Los Rodríguez 1993 - Sin Documentos

Formato: FLAC 
Tamaño Rar: 312,93 MB 

         Sin documentos es el segundo disco del grupo de rock hispano-argentino Los Rodríguez. Fue publicado en 1993 por la discográfica Gasa (Warner), con la producción de Nigel Walker y Los Rodríguez. 

Incluye el icónico tema "Tú me estás atrapando otra vez", escrito 10 años antes por Ariel Rot, que trata de las adicciones. 

 La canción «Dulce condena», tercera pista del disco, fue el tema principal de la telenovela chilena Top secret. En el año 2013, se reeditó el álbum por su vigésimo aniversario. Los temas inéditos «Hablando solo» y «Cuando te has ido» aparecen en la Edición Aniversario.
 
       Músicos: 
  • Andrés Calamaro: voz principal y coros, sintetizador, acordeón, güiro, pandereta y toc-toc 
  • Ariel Rot: guitarra principal y coros. 
  • Julián Infante: guitarra rítmica y coros. 
  • Germán Vilella: batería y coros. 
  • Daniel Zamora: bajo    
REPOSICION
 

jueves, 2 de septiembre de 2021

Los Rodríguez 1995 - Palabras más, Palabras menos

Formato: FLAC 
Tamaño Rar: 372,89 MB 

   El último escalón para Los Rodríguez, que pusieron punto y final a su trayectoria con la ropa vieja de éxitos de “Hasta Luego” (DRO, 1996), fue este “Palabras Más, Palabras Menos” (DRO, 1995). La nombrada “The bunch of sick hispanos” -la pandilla de hispanos enfermos- contó para completar su última colección de canciones con la producción de Joe Blaney, un afamado ingeniero de sonido al que Calamaro admiraba por su trabajo con Charly García. 

El disco fue grabado en enero y febrero de 1995 en El Cortijo, estudio-casa de Trevor Morais, en el que los músicos disfrutaron de un paisaje paradisíaco, en medio de la sierra de Ronda, y de un aislamiento que fue beneficioso para el resultado final. “Palabras Más, Palabras Menos” consigue lo que parecía imposible, mantener el listón que había inaugurado “Sin Documentos” (DRO, 1993). Fue el disco con el que Los Rodríguez alcanzaron el éxito definitivo, una paradoja puesto que a nivel interno las discrepancias entre sus integrantes eran cada vez más evidentes, y la ruptura parecía -y lo fue- inevitable. 

 El álbum arranca con una de las composiciones más celebradas de la banda, la “Milonga del marinero y el capitán”, obra de Ariel Rot, que exhibía una vez más su calidad, no solo como un espléndido guitarrista, sino como un compositor de primera fila. Continúa el trazado la canción que da título al disco, una historia de ruptura con aires de punk y un estribillo desconfiado y enérgico: “Palabras más, palabras más / palabras menos. / Es lo que más te puedo dar / es lo de siempre / palabras viejas, / palabras llenas de remordimiento / palabras que se lleva el viento / palabras fáciles de olvidar”. “Aquí no podemos hacerlo” es otro canto de rebeldía, en este caso contra la prohibición de la marihuana, cómo no, a ritmo de reggae tórrido: “Morena con la piel de chocolate / no dejaremos de ser dos amantes tú y yo / siempre te llevo guardada muy cerca del corazón / aunque dicen que aquí no podemos hacerlo”. 

 “Todavía una canción de amor” es una delicadeza que firman a medias Calamaro y Sabina. El argentino pidió al cantautor de Úbeda una letra que musicó a posteriori. Habla de amores urgentes y cargados de espinas, del paso del tiempo y las deudas pendientes, al igual que la flamenca “Para no olvidar”, en la que participa Raimundo Amador a la guitarra. Dos canciones extraordinarias. “El tiempo lo dirá” es una ranchera eléctrica que firmaría gustoso José Alfredo Jiménez, y en la que destaca la labor de Rot a la guitarra. También parece versar sobre las dificultades de olvidar: “Y pasé la noche entera / preguntándole a la luna / si puedo volver atrás, / si puedo volver atrás”. “En un hotel de mil estrellas”, un descanso en la intensidad del disco -al menos en cuanto a ritmo-, retrata la pobreza. “Mucho mejor”, un single redondo de Rot, retoma el impulso para celebrar las bondades de la carne. 

“La puerta de al lado” es otra colaboración de Calamaro, en este caso con Sergio Makaroff, con quien compuso la letra al alimón; Ariel puso la música. Cuenta una historia de búsqueda y aislamiento: “Y ahora que estoy solo con mi pensamiento / esperaré que el viento me venga a buscar”. “Una forma de vida” resume la filosofía urgente del rock y reivindica de nuevo la verdadera vena de Los Rodríguez. Da paso a “Extraño”, una pequeña maravilla que corre a cuenta de Infante, y en la que el músico expulsa demonios sobre la difícil relación que mantuvo con su padre: “no es una canción de amor / eso al menos pienso yo, / es algo más sano / con la opinión de Dios, quizá alguno de los dos / lo vea más claro”. 

Él mismo canta este anhelo de reconciliación. En la senda de “Todavía una canción de amor” y “Para no olvidar”, “Diez años después” vuelve a bucear en la relación entre el tiempo y los sentimientos, sobre heridas sin cerrar. Cierra el álbum “Algunos hombres buenos”, una canción que parece deudora de Dylan, larga, lenta y con mucho texto, y en la que Calamaro diserta sobre la condición humana. “Palabras Más, Palabras Menos” añadía otras trece joyas al ya extenso repertorio de Los Rodríguez y confirmaba que estábamos ante un grupo imbatible, una colección de talentos que no se volvería a reunir. 

Viendo la carrera posterior de Calamaro y Rot, hay quien siente más y menos nostalgia. Pero seguro que la mayoría de sus seguidores querrían revivir, aunque solo fuera por un día, la sensación de emoción y plenitud que dejan discos como los de Los Rodríguez al escucharlos por primera vez. 
Lafonoteca

 

Los Rodríguez 1992 - Disco Pirata

Formato: FLAC 
Tamaño Rar: 299,95 MB 

  La segunda entrega de Los Rodríguez fue “Disco Pirata” (RNE, 1992), un directo editado por RNE y que sería relanzado por DRO años después. La valía del álbum reside en que refleja el enorme poderío en vivo de la banda, ya que apenas hay canciones nuevas. El propio grupo se ocupa de la producción, y se incluyen tomas de recitales de Madrid, Barcelona y Buenos Aires. 

Hay que entender esta maniobra en un contexto poco halagüeño, ya que “Buena Suerte” (Pasión, 1991) no tuvo éxito, y la formación quiso probar fortuna exhibiendo la fuerza de sus conciertos. El disco arranca con el instrumental “Boogie de los piratas”, que precede a una versión de Sergio Makaroff, perfecta para abrir los conciertos y caldear el ambiente. Se trata de “No estoy borracho”, un homenaje al aguante nocturno: “Mira cómo me mantengo en un solo pie”. La pegadiza “Mr. Jones (pequeña semblanza de una familia tipo americana)”, de Charly García, es el siguiente corte, una pincelada de humor negro. 

 La siguiente parada en el álbum es una emotiva y ralentizada versión de “Mi enfermedad”. La toma de “Engánchate conmigo” es también excelente, y la banda se muestra bien empastada, con un sonido crudo que impregna todo el disco. Continúan las composiciones propias con “A los ojos”, una gran canción de “Buena Suerte” que no debiera caer en saco roto: “Y estoy cansándome de esperar / pero igual no tengo a dónde ir / y me dice la gente que deje de pensar en ti”. “Adiós amigos, adiós” es un tema compuesto por Andrés Calamaro en su trayecto en solitario -el que siguió a Los Abuelos de la Nada y precedió a Los Rodríguez-, y que supone otro momento de relax entre ritmos contundentes y guitarras afiladas. 

 A “Adiós amigos, adiós” le siguen dos celebraciones de la sexualidad con nervio rockero; una a cuenta propia, “Canal 69” -y donde interviene Fito Páez-, y otra obra de Makaroff, “El rock del ascensor”. “Sábado a la noche”, el clásico de Moris, es un canto a la juerga y sus excesos. Cabe destacar la interpretación vocal de Calamaro en la parte introductoria, y la divertida dedicatoria: “Muchas gracias a los bares de España”. Finaliza el repertorio una extraordinaria versión -en este caso, en el estudio- de “Copa rota”, un descarnado bolero escrito por Benito de Jesús y popularizado por José Feliciano. 

Es el hallazgo más destacado del “Disco Pirata”, sin lugar a dudas. Este álbum probablemente no tiene relevancia más que para los seguidores de la banda, pero permite recordar lo buenos que eran (también) Los Rodríguez en directo. Su único pero es que no se pueden pedir bises. 
Lafonoteca

 

Los Rodríguez 1991 - Buena Suerte

Formato: FLAC 
Tamaño Rar: 376,30 MB 

    “Buena Suerte” (Pasión, 1991) inauguraba la andadura de Los Rodríguez. El disco fue grabado en febrero de 1991 en los estudios Trak y Cinearte, de Madrid, y producido por el propio quinteto. A pesar de ser un debut discográfico, “Buena Suerte” no es un trabajo de novatos. 

Los guitarristas Julián Infante y Ariel Rot habían vivido el éxito con Tequila, mientras que el vocalista y multiinstrumentista Andrés Calamaro también alcanzó la notoriedad en Argentina con la banda Los Abuelos de la Nada, e incluso produjo a Los Fabulosos Cadillacs. El baterista Germán Vilella tenía ya a sus espaldas una larga carrera junto a Luz Casal o Luis Eduardo Aute, y el guitarrista y bajista Guille Martín había fundado Desperados en los años 80. 

Era, por lo tanto, una nueva oportunidad para músicos veteranos, que vivían la apuesta con muchas ganas: “Sabíamos desde el principio que estaba pasando algo bueno, que teníamos una banda del carajo”, explica Rot. “Buena Suerte” es reflejo de un periodo de especial efervescencia del grupo, y fue el disco en el que Los Rodríguez trabajaron como una verdadera formación: lo aseguran los músicos y lo confirman los créditos. 

Infante estampa aquí su firma -en solitario o junto a otros compañeros- en siete de las dieciséis canciones del repertorio, mientras que en los siguientes trabajos la banda se dispersó a nivel humano y compositivo, y Rot y -sobre todo- Calamaro traían por su cuenta sus melodías y letras al local de ensayo, como modus operandi habitual. El primer disco de Los Rodríguez fue también el trabajo más rockero de la banda. La presencia del malogrado Martín al bajo contribuye a este tono, en el que los protagonistas parecen una reencarnación 100% hispana de los Rolling Stones más divertidos, hedonistas y callejeros. La santísima trinidad -sexo, drogas y rock & roll- impregna canciones como “La parte de atrás”, “Canal 69”, “La mujer de un amigo” o “Sol y sombra”. 

El grupo madrileño demostraba que no le faltaba nada: ritmos con fuerza, riffs contundentes, guitarras empastadas y buenas armonías vocales. También andaba sobrado de canciones, como muestran dos ejemplos. La rumba “Engánchate conmigo”, que narra una turbulenta relación, dejaba entrever la capacidad de Calamaro para construir piezas absolutamente populares, con estribillos y melodías que se pegan como el chicle a los zapatos sin por ello hacer la más mínima concesión a la radiofórmula: “Tal vez yo no sea tu hombre ideal / ni tú mi mujer, pero igual / engánchate conmigo”. “Mi enfermedad” es otra de las gemas de la discografía del grupo, que popularizó Diego Armando Maradona al convertirla en himno de su batalla contra las drogas. 

La canción llegó al éxito en una versión de Fabiana Cantilo, y sonaba con frecuencia en el estadio Sánchez Pizjuán durante el calentamiento de los futbolistas, a petición expresa del astro argentino. Calamaro canta aquí por la redención: “Del árbol una hoja seca yo / en mi boca la manzana se pudrió / tendrías que aprender a pedir perdón / esta vez el esclavo se escapó”. “Buena Suerte” pasó sin pena ni gloria por las tiendas españolas (en Argentina sí alcanzó mayor difusión). 

El nivel de ventas fue pobre y dejó una sensación de frustración entre los integrantes de la banda. Guille Martín abandonó el grupo, que a partir de entonces contaría únicamente con cuatro integrantes. Sin embargo, el álbum es el preferido de muchos seguidores y deja entrever la fuerza del ciclón que vendría después: Los Rodríguez serían capaces de firmar discos insuperables y se disolverían -la crisis interna era ya imposible de arreglar- en su momento de mayor éxito comercial.
Lafonoteca
 

Los Rodríguez

El gran éxito que alcanzaron a partir de Sin documentos hizo que 
muchos grupos posteriores, sobre todo en España, 
recogieran su influencia, llegando algunos a ser acusados de burdos imitadores, como Los Cucas.

  Los Rodríguez, fue una banda de música rock hispano-argentina fundada en Madrid, formada por dos músicos argentinos (Andrés Calamaro y Ariel Rot) y dos españoles (Germán Vilella y Julián Infante), que desarrolló su carrera en los años 1990. Historia En 1990, Julián Infante y Germán Vilella tenían juntos una banda. Infante decide llamar a Ariel Rot, que había coincidido con él en Tequila, para incorporarlo a la banda. Rot se comunica con Andrés Calamaro, con quien ya había tocado en Argentina, para llevarlo al grupo. 

 Así, los cuatro comienzan sus ensayos y pequeños conciertos por Madrid. La banda fue liderada por Julián Infante en los comienzos y posteriormente por Ariel Rot, con un estilo roquero. Aunque se mantuvo siempre una unión muy clara de todos sus integrantes, la posición de Calamaro fue creciendo año tras año, lo que terminaría acabando con la banda seis años después. Al principio la banda se iba a llamar Los Locos, pero pronto se enteraron de que ya existía un grupo asturiano con ese nombre. 

El nombre definitivo se debe a que a Calamaro le resultó ingenioso el significado que tiene en España la expresión estar de Rodríguez (expresión que se dice cuando el cabeza de familia tiene que quedarse en la ciudad por cuestiones de trabajo mientras su esposa e hijos disfrutan en la playa), pues él mismo estaba de Rodríguez, ya que había dejado a su novia en Argentina. Una de las peculiaridades de la banda fue la de no tener un bajista fijo. El primer músico en ocupar este puesto, entre 1990 y 1991, fue Guille Martín, guitarrista por entonces de Desperados, al que Julián Infante conocía de la breve etapa en que tocó con esa banda madrileña. 

 Tras componer sus primeras canciones sacan en 1991 su primer disco: Buena suerte, que gozó de una gran aceptación en Argentina y en gran parte de Latinoamérica. En España, sin embargo, no llegó a ser muy conocido, ya que la discográfica que lo editó (Pasión) quebró al poco tiempo y la venta de sus discos se detuvo. Guille Martín decidió quedarse como guitarrista en Desperados, de modo que fue sustituido como bajista de Los Rodríguez por Candy Caramelo Avelló, con quien el grupo salió de gira. De esta gira se editó en 1992 Disco pirata, un disco de temas en directo grabados en Madrid, Barcelona y Caracas. 

El verano de ese mismo año, Televisión Española escoge la canción Engánchate conmigo para utilizarla como banda sonora promocional. Este suceso dio al grupo un pequeño impulso hacia la fama antes del empujón definitivo de su siguiente disco. En 1993 la banda vuelve al estudio, esta vez con Daniel Zamora en el puesto de bajista, puesto que ya ocuparía hasta la disolución del grupo. Lanzan un nuevo disco de estudio, Sin documentos, cuyo tema homónimo —compuesto por Calamaro— alcanza gran popularidad en España e Hispanoamérica, además de ser utilizado en la banda sonora de la película Caballos salvajes de Marcelo Piñeyro, que corrió por cuenta del compositor argentino. Este LP fue el que asentó a la banda como uno de los grandes conjuntos de rock en castellano. 

 En 1995 lanzan su último disco de estudio, titulado Palabras más, palabras menos, con temas como Mucho mejor (donde contaron con la participación de Coque Malla) o la Milonga del marinero y el capitán, ambos compuestas por Ariel Rot. Este álbum fue un éxito de ventas en España, solo superado por la recopilación publicada posteriormente con motivo de la disolución de la banda. Una vez tomada la decisión de disolver el grupo, el interés de Joaquín Sabina les hace lanzarse a una gira conjunta por el territorio español. Uno de sus sencillos, compuesto por Calamaro y titulado Para no olvidar, es utilizada por la hinchada de Racing Club, cambiándole la letra, para alentar a su equipo, con lo cual logró que el sitio web We Speak Football la clasificara entre las 10 mejores del fútbol mundial. El grupo inicia su última gira en 1996 antes de la salida al mercado del recopilatorio Hasta luego, que sería el disco más vendido de su carrera y que escenificaba la disolución del grupo, por desavenencias económicas y la incipiente carrera en solitario de Calamaro. 

Dichas desavenencias fueron superadas y entre los integrantes de la banda continuó en una amistad que aún hoy perdura entre Rot y Calamaro. Andrés Calamaro y Ariel Rot en la gira Dos Rodríguez en Buenos Aires en diciembre de 2006 Desde la separación del grupo, Andrés Calamaro y Ariel Rot continuaron sus carreras en solitario, que ya habían comenzado antes de reunirse en la formación. En 2000 falleció el guitarrista Julián Infante en una clínica de Madrid. En 2006, diez años después de la separación del grupo, Calamaro y Rot se reunieron de nuevo para realizar una pequeña gira denominada "Dos Rodríguez", siendo esta el único reencuentro de miembros del grupo original hasta la fecha. La gira comenzó el 27 de mayo en el Festival Valladolid Latino, terminando el 10 de diciembre en el Club Ciudad de Buenos Aires (Argentina) tras pasar por Salamanca y Murcia en España. 

 El 29 de noviembre de 2007 se suicida Daniel Zamora, el último bajista de la banda. Andrés Calamaro anunció el suceso en su web personal y le dedicó unas palabras como homenaje. En 2019 se reunieron Calamaro, Rot y Vilella para grabar la canción "Princesa" en homenaje a Joaquín Sabina, que fue el primer tema que el grupo interpretó en 1990.7 En octubre de 2020 los tres se volvieron a reunir para celebrar el 30º aniversario de la formación de la banda y la presentación del libro Sol y sombra. Biografía oral de Los Rodríguez, obra de Kike Babas y Kike Turrón, ofreciendo una rueda de prensa junto a los autores de la biografía, en el Palacio de Longoria de Madrid, sede de la SGAE. Estilo e influencias En las primeras épocas se veía la influencia de Tequila, banda en la cual tocaron Ariel Rot y Julián Infante. La idea original era crear un sonido a medio camino entre el rock anglosajón, con importantes influencias de los Rolling Stones, y la música popular española, principalmente la rumba y el flamenco. 

Buen ejemplo de ello son Sin documentos, Engánchate conmigo o Para no olvidar, que contó con Raimundo Amador a la guitarra. Aun así, tanto Rot como Calamaro, principales compositores del grupo, siempre se han caracterizado por su eclecticismo musical, que también estuvo presente en su etapa en Los Rodríguez, flirteando con géneros como el bolero (Copa rota), la ranchera (Salud, dinero y amor o El último trago), el country (Sol y sombra), la rumba (Milonga del marinero y el capitán) el funk (No estoy borracho, Algo se está rompiendo) y el blues (El profesional). En lo que respecta a las letras, el principal autor de la banda fue Andrés Calamaro, que a sus influencias de los Stones, Bob Dylan y los compositores de rock argentino sumó otras de España, especialmente a través de la figura de Joaquín Sabina. Además, interpretaron creaciones del cantautor argentino Sergio Makaroff (Rock del ascensor, No estoy borracho, La puerta de al lado) y del compositor popular Benito de Jesús (Copa rota). 

 El gran éxito que alcanzaron a partir de Sin documentos hizo que muchos grupos posteriores, sobre todo en España, recogieran su influencia, llegando algunos a ser acusados de burdos imitadores, como Los Cucas. 

Formación 
Andrés Calamaro: voz principal, pianista y compositor. 
Ariel Rot: guitarrista, compositor y voz ocasional. 
Julián Infante: guitarrista, compositor y voz ocasional. 
Germán Vilella: batería. 

Músicos adicionales 
Guille Martín: bajo (1990-1991). 
Candy Caramelo Avelló: bajo (1992). 
Daniel Zamora: bajo (1993-1996) 

 Discografía Álbumes de estudio 
1991 - Buena suerte 
1993 - Sin documentos 
1995 - Palabras más, palabras menos Grabaciones en directo 
1992 - Disco pirata 
2020 - Las Ventas 93 Recopilatorios Ambos recopilatorios incluyen una selección de temas inéditos. 
1996 - Hasta luego 
2002 - Para no olvidar con DVD 
2020 - 30 años de Los Rodríguez. 

 Los Rodriguez - Sin Documentos