Lole y Manuel 1992 – Casta

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     “Casta” fue el último disco que lanzaron bajo el sello CBS; poco tiempo después de su lanzamiento el dúo se separó tanto artística como sentimentalmente. Para su grabación contaron en la producción con un viejo amigo de Manuel Molina, Gualberto García, ambos habían sido compañeros en la última etapa de Smash. Gualberto, a inicios de los 80, se dedicó a realizar diferentes arreglos orquestales y a experimentar fusionándolo con el flamenco. 

Partiendo de esta premisa fue lo que intentaron llevar a cabo con este disco, para ello contaron con la colaboración de la orquesta de RTVE. Pero los resultados no son plenamente satisfactorios. Lole y Manuel siempre se dedicaron a intentar explorar nuevas músicas, a la investigación de nuevos territorios y a la experimentación. 

Pero a veces cuando uno está siempre al filo ocurre lo inevitable. “Casta” es una de las peores grabaciones, el no conseguir que la orquesta y el dúo fuesen uno y las tensiones entre la pareja antes de la ya citada ruptura son las principales causas del resultado final, ya que apenas se puede encontrar rastro de la esencia del dúo. Pero no empecemos a amontonar sus discos para hacer una hoguera, porque es consecuencia de la continua evolución e innovación de su sonido, que no siempre puede dar buenos resultados, si bien nunca se les podrá reprochar que intenten repetir los mismos cánones. 

 Dicho todo esto no quiere decir que no haya temas que se salven o que consiguieran lo que hemos dicho anteriormente, ejemplos de buen hacer es el tema con el que se abre el disco, “Desde Córdoba a Sevilla”, oda al Guadalquivir como aquel “El río de mi Sevilla” de su disco de debut, “Mañana Blanca” o el único tema que canta Manuel en el disco y que a su vez le da nombre. Del resto, en “Desnudos” se echa en falta la guitarra de Manuel Molina, que no aparece en todo el tema, y que en “El balcón” o “Altumamid” su presencia es casi testimonial ya que los arreglos orquestales toman demasiado protagonismo y casi lo silencian, como también pasa en “Aljarafe” a pesar de ese arranque final tan flamenco. 

 Lo que no obvian es la canción cantada en árabe por Lole, y esta vez el honor le corresponde a “Wdaret el ayan”, tema con el que cierran, y a pesar de que es una canción notable, debido a lo anteriormente expuesto, en anteriores trabajos su inclusión tiene un carácter más orgánico y aquí parece más puesto por tradición que por otra cosa. 

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