Su gusto por la música fue también herencia familiar: su padre formó parte de dos grupos musicales y grabó un disco como cantante de estudio, y su padrino es el compositor Manuel Alejandro. A los siete años sabía tocar la guitarra y pronto empezó a componer.
Alejandro Sanz es uno de esos artistas que han sido capaces de reconvertirse a sí mismos antes de acabar convertido en un pasatiempo musical. Iniciado como cantante para adolescentes, supo virar a tiempo y ha llegado a ser uno de los intérpretes y compositores más importantes del panorama latino. Alejandro Sánchez nació en Madrid, pero sus padres eran de la provincia de Cádiz, por lo que de ahí le viene el acento. Su dedicación a la música fue temprana y, a mediados de los 80, empieza a trabajar como ayudante de Miguel Ángel Arenas -Capi-, quien ya se había forjado una importante reputación junto a Mecano o Pecos. Alejandro lo conoció a través de su tío, Antonio Arenas -guitarrista de Bambino– de quien recibía clases de guitarra flamenca y que le llevó a montar su primer y efímero proyecto, Sol y Arena.
Así, a través de Capi y con apenas veinte años, le llega la oportunidad de editar su primer disco.
Se trata de «Los Chulos Son Pa’ Cuidarlos» (Hispavox, 1989), bajo el seudónimo de Alejandro Magno, y compuesto por un conjunto de canciones de autoría ajena en plan tecno-rumba que nada tienen que ver con lo que realizaría posteriormente. Se podría decir que el álbum fue un sonoro fracaso de no ser porque casi nadie supo de su edición. Al menos sirvió como parte fundamental del aprendizaje de Sanz.
Alejandro siguió trabajando entre bambalinas, haciendo coros -incluso produjo un álbum, de La Ventura– y demás, pero también se dedicó intensamente a la composición. En Hispavox, con la que aún mantenía contrato, presentó una demo con canciones propias que, al parecer, no gustaron mucho. Alejandro siguió moviendo su maqueta y finalmente consiguió fichar con Warner tras conseguir la carta de libertad de su propia casa -con la condición de que el álbum que grabara fuera con las canciones de aquella demo, pues estaban «condenadas al fracaso»-, en la que editaría, ya como Alejandro Sanz, «Viviendo Deprisa» (Warner, 1991). Este LP se convertiría en éxito casi inmediato y, dado el precedente, es donde realmente se inicia la carrera del Sanz que conocemos. En su momento, «Viviendo Deprisa» superó largamente el medio millón de unidades vendidas y a estas alturas el millón se quedará corto.
Así que cuando dijimos «éxito» probablemente nos quedamos cortos nosotros también. En las antiguas oficinas de Hispavox aún resuenan los lamentos de los que rechazaron aquella maqueta.
El productor de «Viviendo Deprisa» volvió a ser Miguel Ángel Arenas, que confió fuertemente en las posibilidades del artista y repitió con él en diversas ocasiones, como ocurre con su siguiente álbum, «Si Tú Me Miras» (WEA, 1993). Menos exitoso que el anterior, pero aún bien acogido, este segundo LP no representaba una significativa evolución en su propuesta con respecto al debut, como sí ocurriría con «3» (WEA, 1995), en el que, a pesar de seguir con un público objetivo muy definido, se abría a temas más maduros y músicas más elaboradas, como atestigua su canción estrella, «La fuerza del corazón «, la primera que tuvo una considerable repercusión internacional.
El álbum ha alcanzado la certificación de ocho discos de platino en España, uno menos de los que hoy cuenta el debut de Alejandro Sanz. Ese mismo año, Alejandro produce junto a Paco Ortega el debut de Niña Pastori, que a la larga se convertirá en una de las grandes representantes del nuevo flamenco.
Aunque se veía que el artista iba in crescendo, pocos podían imaginar lo que estaba por llegar. En 1997, sale al mercado «Más» (WEA, 1997), que a la larga se ha convertido en el disco más vendido de la historia en España, obteniendo veintidós discos de platino. En el extranjero, logró el disco de oro en EE. UU. (y no en los charts latinos sino en el general; nada mal para un artista español) y, en fin, sonó en medio mundo. Mucho de ello se debió a su sencillo «Corazón partío«, en el que se nos muestra su ruptura definitiva con el género de la balada romántica para sumergirse de lleno en el pop latino en el que explotar sus referencias del flamenco.
Del mismo modo, al trascender el mercado nacional, también gana peso el público americano, especialmente el latino de EE. UU.
Mientras pasan los años y se editan recopilatorios, ediciones especiales de sus discos y demás cosas, Alejandro, por entonces unido sentimentalmente con la modelo mexicana Jaydy Mitchell -con la que tiene una hija-, fija su residencia en Miami, la meca de la industria musical latina y en dicha plaza no tarda en convertirse en una de las figuras claves.
Ahí dará forma a su siguiente álbum, «El Alma Al Aire» (WEA, 2000) que, aunque no repetirá la jugada de «Más» -aun contando con que en España vendió un millón de unidades en la primera semana-, sí le reafirmará como artista sólido para el público internacional y ganó el Grammy Latino a Mejor Álbum en la segunda edición de dichos premios y en los que, a grandes rasgos, irá triunfando año a año. Por eso, no tarda en grabar un disco de la serie «Unplugged» de MTV. Ya antes Alejandro había tenido una experiencia similar a través de «Los 40» con el álbum «Básico» (WEA, 1994), pero «MTV Unplugged» (WEA, 2001) logra una mayor relevancia, y es que Sanz era el primer español en grabar uno.
Con «No Es Lo Mismo» (WEA, 2003), y bajo tan significativo título, Sanz vuelve a dar una vuelta de tuerca y empieza a manejar discursos de contenido social y político -desde entonces ha unido su imagen y/o música a multitud de campañas con fines solidarios-, con los que marca aún más distancia sobre los demás artistas de pop latino. Especialmente destacable es la colaboración de Paco de Lucía en dicho álbum. Y es que Alejandro siempre ha estado abierto a contar con otros insignes en sus trabajos, del mismo modo que él lo hace cuando hay química.
Por poner un ejemplo, el disco de su amigo Miguel Bosé «Por Vos Muero» (WEA, 2004) se abre con «El ilusionista«, que Sanz co-escribe. Más relevante y sonado fue su dúo junto a Shakira en la canción «La tortura«, del álbum «Fijación Oral vol. 1» (Epic, 2005) de la colombiana y acompañado de un vídeo promocional un tanto calentorro.
A finales de 2006 sale a la venta «El Tren de los Momentos» (WEA, 2006), segundo álbum de Sanz, tras «No Es Lo Mismo», en ganar el Grammy a Mejor Álbum de pop latino -diferénciese de mejor álbum en los Grammy Latino-. «El Tren de los Momentos» es menos agitado que el anterior, pero a él debe buena parte de su ser.
A él le continuará un CD+DVD en directo de su gira promocional correspondiente al concierto en Buenos Aires. «Paraíso Express» (WEA, 2009), igualmente continuado por un directo extraído de su gira e igualmente ganador del Grammy en 2011 -se editó demasiado tarde para participar en 2010-, rompe esa racha y vuelve al sonido más depurado. En dicho CD se incluye «Looking for paradise«, canción escrita e interpretada junto a la neoyorquina Alicia Keys y que fue uno de los grandes éxitos internacionales de 2009.
En 2011 se esperaba que saliera a la luz un nuevo disco de Alejandro Sanz en una nueva discográfica, Universal, otra del Big Four, tras toda una carrera desarrollada en Warner; sin embargo, su edición se demoró hasta 2012: a finales de septiembre se anunció el lanzamiento de «La Música No Se Toca» (Universal, 2012).
Mientras tanto, Alejandro, quien ha trascendido su figura artística y ha convertido su nombre en toda una marca -incluso tiene su propia línea de perfumes- mantiene un gran contacto con sus admiradores a través de su cuenta en Twitter, en la que, además de informar sobre su labor profesional, opina y discute con sus seguidores e incluso origina alguna que otra polémica. Y esto no deja de ser sino síntoma de la notable relevancia que su figura ha alcanzado en el panorama socio-cultural español.
Alejandro Sanz live stream 2020
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