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Los Pekenikes 1966, Tras once EP en los que se combinan temas cantados con otros instrumentales, donde dan algunas muestras de su potencial mientras siguen, en su mayor parte, las mismas tendencias y orientación que la mayoría de los jóvenes grupos de la escena nacional, Los Pekenikes se lanzan a la edición de su primer LP.
Ya es sabido que, ante la falta de un cantante, deciden grabar un álbum completamente instrumental. En su momento, ”Los Pekenikes” (Hispavox, 1966) cosechó un gran éxito que se extendió incluso al extranjero, siendo nº 1 en diversas listas de éxitos europeas, pero con el paso del tiempo se ha convertido, además, en uno de los grandes álbumes de la historia del rock de España.
Para dibujar una descripción a grandes trazos, “Los Pekenikes” toma diversos elementos musicales de distinta procedencia que combina cuidadamente para producir diversas piezas de pop.
La mayor fuente de inspiración está en piezas populares o que han alcanzado un gran calado, como el “Asturias” de Albéniz o el conocido “Romance anónimo”. Aunque en el panorama internacional ya empezaba a fraguarse la invasión psicodélica, aquí Los Pekenikes aún se decantan por sonidos más amables. Como era habitual en la casa, el productor fue Rafael Trabucchelli, siendo este uno de los grandes trabajos del conocido como Sonido Torrelaguna.
Si entramos a valorar las canciones, nos encontramos, una a una, con temas imprescindibles, desde la romántica “Lady Pepa” que lo abre hasta la frívola “Trapos viejos” que lo cierra. Pero no podemos obviar “No puedo sentarme” y su desenfrenada invitación al baile que tan bien hace honor a su título, a la ya mítica “Hilo de seda”, todo un himno del grupo. Con todo esto tenemos una obra referencial que solo suena a Los Pekenikes y a nada más. Absolutamente mágico e imprescindible. Cuenta con numerosísimas reediciones, tanto en vinilo como en CD, por lo que a nadie le será difícil conseguirlo.
Los Pekenikes 1967, Tras el rotundo éxito de “Los Pekenikes” (Hispavox, 1966) del año anterior, Los Pekenikes continúan ese camino con su segundo LP, “Los Pekenikes” (Hispavox, 1967). La cuestión estaba en que había que reforzar el sonido del grupo, lo que requerían las nuevas composiciones, por lo que la banda se amplía con la incorporación de dos nuevos miembros para hacerse cargo de instrumentos de viento, Vicente Gasca (trompeta) y Pedro Luis García (flauta y trombón).
Se une también Félix Arribas en sustitución de Jorge Matey, que había sufrido un accidente de moto.
Por un lado, estos nuevos miembros aportan mayor profundidad en las canciones, lo que se necesitaba, pero el álbum también se abre más a las tendencias del momento, especialmente influida por Booker T. & the M.G.'s, como refleja la versión instrumental de “The ‘In’ crowd”, originalmente interpretada por Dobie Gray, artista de la Motown, apenas dos años antes, y que Los Pekenikes llevan a un terreno mucho más fogoso.
Conjunto al ye-yé patrio imperante no exento de humor, esto también se deja ver en piezas como “Picadilly”, “Caminando entre nubes” o “Siete loros temblorosos”.
En una onda más cercana al álbum anterior, todavía podemos encontrar los clásicos aciertos de Los Pekenikes que combinan tradición con pop, caso de “Robin Hood” o la muy notable “Embustero y bailarín” Aquí nos reencontramos con “Huellas”, que ya publicaron en su noveno EP en 1965.
Se trata de una nueva versión arreglada e instrumental que eleva considerablemente su belleza.
Hay quien considera este álbum incluso mejor que el del año anterior, pero lo cierto es que aquel aportó un valor e innovación del que este se hace eco, si bien es cierto que no se queda simplemente ahí y busca sus propias soluciones. En cualquier caso, otro trabajo espléndido.
LaFonoteca
Muchas Gracias A+
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