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A mediados de los 60 Mallorca estaba de moda e Ibiza se preparaba para ser el centro del universo. En ese caldo de cultivo surgen multitud de buenos conjuntos para llenar de la música más moderna las largas noches baleares. Uno de esos grupos de calidad fueron Los Pops.
Discográficamente pueden ubicarse en la segunda oleada de conjuntos isleños; sin embargo, por su antigüedad bien podríamos decir que fueron una de las primeras bandas mallorquinas. Con diversos nombres y músicos en sus filas, arrancan su actividad en 1962, debutando en el hotel Eva María de Cala Major.
Posteriormente harían su feudo en la sala Big Apple, en Palma. En esos lugares se actuaba a diario en sesiones que duraban entre seis y ocho horas. Solo así se explica la calidad que atesoraban la mayor parte de aquellos conjuntos mallorquines hoy olvidados.
A principios de 1966 el ayuntamiento de su ciudad organiza un concurso en el Teatro Principal. Los Pops van casi de relleno al lado de conjuntos de larga discografía, por sorteo les toca actuar en último lugar y literalmente barren al resto de participantes y ganan el primer premio. Los jóvenes se vuelven locos, hay desperfectos importantes en el teatro y ellos salen a hombros.
De aquella época es su formación más reconocible y duradera con Paco Rosell (cantante), Joan Sansó (batería), Jacobo (bajo), Agustín (órgano) y José Rodríguez Lechuga -Rodri-, un granadino que se encargaba de la guitarra solista. Hay contactos con diferentes discográficas que no llegan a cuajar porque el grupo exige libertad a la hora de elegir su repertorio discográfico.
Poco cambia su actividad aquel triunfo hasta que en diciembre de 1966 son fichados por el sello catalán Regal, una de las marcas de la poderosa EMI. En vísperas de la publicación de su primer disco, la revista Fans les hace un reportaje, donde presentan a Diego Sánchez, su nuevo batería y, de paso, ponen a caldo a sus paisanos Los Beta, Grupo 15 y Los 5 del Este, calificándolos de charangueros y turísticos. Se quejan del poco apoyo tenido hasta entonces y se muestran esperanzados.
No se cortan un pelo al afirmar textualmente que “para grabar un disco no se necesita nada hoy en día; son muchos los que lo hacen y mejor sería que no lo hicieran en bien de la música moderna española”, una dura afirmación que medio siglo después seguiría vigente.
Por fin en abril se publica “No, No, No” (Regal, 1967). La canción principal es una tremenda descarga propia en la línea de Los Salvajes y otros grupos del más cañero rhythm’n’blues. Completan el EP versiones de Animals, Herman’s Hermits y The Cyrkle. Un disco realmente interesante que habría merecido trascender los límites de su isla y que colocaba a Los Pops al nivel de Los Z-66, por citar un conjunto balear que pegaba en toda España en esos momentos.
El disco vende poco, pero recibe buenas críticas y pronto aparecerá el segundo EP encabezado por la archifamosa “Con Su Blanca Palidez” (Regal, 1967). La buena impresión anterior se desvanece con cuatro canciones de escasa fuerza, justo la cualidad que desbordaba en su primera entrega. Tampoco le beneficia el tener que competir con otras versiones españolas de “A whiter shade of pale” como la de Pop Tops, que se vendieron infinitamente mejor.
Van a Barcelona para un programa de televisión y un censor opina que su pelo es demasiado largo.
Pocos minutos antes del inicio de la emisión aparecen varios peluqueros que los esquilan in situ. Estas cosas eran habituales en aquellos tiempos.
Antes de finalizar el año, aún echaran a rodar un tercer EP: “Hierba Larga” (Regal, 1967) encabezada por una buena lectura de “Night of the long grass”, un tema de corte sicodélico originario de The Troggs. Este disco incluye también una versión de “A day in the life”, uno de los más especulativos temas de The Beatles, que aquí es excesivamente simplificado.
Los Pops no logran convencer al mercado con ninguno de sus tres discos, publicados en un espacio de ocho meses y EMI Regal prescinde de ellos.
El grupo con diversos avatares y cambios de formación seguiría en activo hasta el verano de 1972, refugiados en los clubes y hoteles de su isla sin volver a realizar grabaciones discográficas.
En 2011, Paco y Joan junto a otros músicos reharían Los Pops para realizar algunas actuaciones dentro del circuito de la nostalgia sin mayores pretensiones que distraer su jubilación con aquella pasión juvenil por un estilo musical del que tomaron su nombre artístico.
Lafonoteca
Muchas gracias, Cecilio, por este disco.
ResponderEliminarSaludos.