Formato: FLAC
Tamaño Rar: 214,65 MB
Nueva aventura de Juan Pardo, que esta vez tiene por escenario las costas jamaicanas demostrando que no tiene las ideas claras, pero que tiene talento para tocar cada palo de forma conveniente. En la grabación del disco le acompañan una orquesta y el grupo Los Comodines, tan eficaz como desconocido.
Mucho vacile en canciones fresquitas para el verano con sabor a piña colada.
Los elementos más notorios son la variedad de percusiones, los coros femeninos, los ritmos influenciados por el reggae, el calypso y el funky. Seguramente todos los actores se lo pasaron pipa en la grabación y eso es algo que se nota para bien, convirtiendo cada canción en una pequeña fiesta.
Los temas más conocidos fueron esa pícara “Agua”, llena de contoneos e insinuación tropical.
Aún más afamada fue “Samba lady”, que se escuchó muchísimo y que preludia lo que poco después haría Juan Luis Guerra. Un tema de movimiento contagioso, a pesar de una interpretación vocal que se queda algo acartonada y parece frenar un tanto el ritmo de los músicos. Menos conocida es la lenta y onírica “Adiós Jamaica” en la que se marca una perfecta simbiosis entre voz solista y coros femeninos.
La pieza que da título al álbum es un vacilón retrato de un producto humano criado entre las ayudas norteamericanas y las simpatías y miserias de las repúblicas bananeras. La instrumentación es casi etérea para hacer resaltar una letra muy calculada. “Takiti” se mueve también cadenciosamente y sin prisas, transmitiendo paisajes de hamaca y cocoteros.
“Ciervo herido” es una aceptable balada con arreglos muy diferentes a las restantes canciones y un tanto fuera de sitio.
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