martes, 12 de enero de 2021

Vangelis 1995 – Voices

Formato: FLAC 
Tamaño Rar: 416,44 MB 

      “Voices” iba a ser un trabajo tremendamente irregular. Desconcertante a primera vista por el propio título que anticipaba alguna novedad, confirmada luego al ver los nombres de varios vocalistas que aparecerían en el disco. No es que Vangelis no hubiera realizado canciones en el pasado. Evidentemente, sus muchas colaboraciones con Jon Anderson, Demis Roussos o Irene Papas desmentirían inmediatamente cualquier afirmación en ese sentido pero lo cierto es que sus discos en solitario, los que firma con su propio nombre, apenas tenían piezas cantadas desde el lejanísimo “Earth” de 1973. 

“Voices” - Abre el disco una pieza que encierra una clara intención comercial. Un intento por repetir la fórmula de la banda sonora de “1492, Conquest of Paradise” utilizando coros bombásticos junto con las secuencias electrónicas tan bien le han funcionado siempre, una percusión poderosa en la que no faltaban las campanas tubulares y, como remate, sonido de gaitas en un momento en el que la música celta estaba de moda. 

Por si esto fuera poco, la melodía, cargada de épica, recordaba, siquiera vagamente, al himno no oficial de Escocia, “Flower of Scotland”. En resumen, una pieza con todos los ingredientes para convertirse en clásica. “Echoes” - Una serie de ritmos sintéticos próximos al Vangelis de discos como “The City” van sonando como fondo mientras que la melodía central del tema anterior se repite como motivo principal de este. 

Las intervenciones del coro son más próximas a las de “Mask”, el disco de 1985 en el que, ciertamente, esta pieza tendría mejor encaje. El tema, de más de ocho minutos de duración, se hace demasiado largo en muchos momentos y hace que el oyente esté más pendiente de su final que de disfrutarlo como probablemente desearía. “Come to Me” - Caroline Lavelle es la primera invitada en aparecer en el disco y lo hace en su doble faceta de vocalista y violonchelista. 

Comenzó colaborando con grupos de música celta pero pronto comenzó a alternar con otro tipo de artistas como Peter Gabriel o Massive Attack, aunque es junto a Loreena McKennitt como ha grabado la mayor parte de los discos en los que interviene. La pieza está basada en una sencilla melodía interpretada por Vangelis a los teclados, simulando un arpa. 

Lavelle canta un inspiradísimo motivo que nos reconcilia de inmediato con el músico griego tras un comienzo de disco algo decepcionante. La mayor proximidad estilística de la pieza con otras obras de su autor de la misma época como “El Greco” nos reafirma en lo acertado de ese camino frente al más nostálgico que representaría el tema inicial del disco.

  

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