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Argentino, todas sus canciones son habladas.
Originalmente recitaba poemas con una base musical en una radio Argentina, posteriormente se lanzo con sus discos de recitados musicales.
A fines de los años 60 las radios todavía no emitían en FM y el mundo era testigo de la separación de los Beatles. Roberto Vicario, un poeta y recitador mendocino de gran suceso en las décadas del 70 y 80 derretía a mujeres y hombres de aquellos tiempos.
Sandro ganaba un festival con «Quiero llenarme de ti» en el Luna Park y sonaban Roberto Carlos, Sabú, Leonardo Fabio, Juan «Corazón» Ramón, Leo Dan, Carlos Bisso y su Conexión Nº 5.
Fue así que la voz potente, poética y profunda, con una extraordinaria orquestación suave de fondo, irrumpia en todas las emisoras. Era Roberto Vicario, que llegaba para quedarse con ese importante segmento romántico.
Todas sus canciones eran habladas.
Originalmente recitaba poemas con una base musical en radio, posteriormente se lanzó con sus discos de recitados musicales.
Grabó varios jingles y era director artístico de la editorial musical Edami, subsidiaria de la Southern Music y la Peer International Corporation de Nueva York.
Sus discos de poemas tuvieron muy buena venta, de tal forma que fue premiado con la Dona de Oro, al ser el artista de mayor venta discográfica en la Argentina de ese entonces.
Durante 14 años grabó discos para Emi.
Fiel a su pasión por la poesía en los ochenta desarrolló un exitoso ciclo radial.
Fue presidente de la Sadaic, la sociedad argentina de autores, intérpretes y compositores, en la época en que la institución presidía el Consejo Americano de Sociedades Autorales.
Su último disco se denomina «Poemas de amor a mi manera», en el que recita la famosa canción «A mi manera», así como «Desiderata»
Roberto Vicario,nació en Mendoza, Argentina, y desde muy niño sintió la inclinación hacia la literatura y con el paso del tiempo fue cultivándose, y le valió mucho haber sido a los 20 años ya un locutor con carnét profesional en Radio Aconcagua de Mendoza, hoy Radio Nacional.
Luego de «una experiencia muy rica en la República de Colombia», como el mismo señala, comenzó a practicar la escritura de la poesía, en un país muy romántico como Colombia, y a través de un programa de radio comenzó a difundir la poesía de corte amatorio especialmente.
«Mi voz vendría a ser el buen marco para un mejor cuadro. Sí, la voz tiene mucho que ver, yo agradezco a Dios ese don preciado de la voz que me ha dado, pero me preocupo más todavía por tener qué decir, cómo decir y cómo sentirlo; el resto lo hace la voz por supuesto».
El mendocino con sus poemas seducía a mujeres y hombres de tiempos pasados, y hoy continua vigente, estas algunas de sus obras.
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