Manglis 1981 - Escalera al Cielo

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    Luis Cobo (Sevilla 1951) –“Mangarra” para los amigos-, no confundir con Luis Cobos (madrileño director de orquesta), es un guitarrista peculiar y talentoso que ha marcado una forma distinta de hacer rock con aire andaluz. 

 Nacido en el barrio sevillano de Triana comienza a relacionarse desde pequeño con los músicos y los clubs donde había música en Sevilla allá por finales de los años 60’s. Tras iniciarse con varios grupos noveles, con 16 años actúa durante siete meses en la Base de Rota para un público formado fundamentalmente por militares norteamericanos llegados de la guerra del Vietnam. 

 Después de Rota no vuelve a Sevilla, sino que lo hace a Madrid, donde contacta con Gonzalo García-Pelayo, quien le pide que grabe con la última formación de Gong, junto a Tele, Manolo Rosa y Manuel Marinelli. Siempre aventurero y viajero Manglis reside entre los años 1973 y 77 en lugares como Ibiza, Inglaterra y Alemania, siendo en Ibiza donde coincide con el grupo Embryo, donde estaba también el percusionista Trilok Gurtu. Con estos contactos viaja y tiene nuevas experiencias hasta su retorno a Madrid, donde, nada más llegar, se topa con la grabación de dos discos: “Al-Andalus” de Miguel Ríos y el primero del grupo Veneno. 

 En el año 78 forma el grupo Guadalquivir, un combo de jazz instrumental fusionado con melodías flamencas, con quienes participa por primera vez en un festival del Polideportivo de Móstoles. El sello Emi se fija en ellos y los ficha para hacer dos LPs, “Guadalquivir” (Harvest 1978) y “Camino del concierto” (Harvest 1980), ambos con Manglis como figura fundamental. Tras varios años de éxito con Guadalquivir (con numerosos conciertos y una estupenda crítica musical). 

Manglis inicia su camino en solitario, mientras, es guitarrista de apoyo del idolatrado grupo Triana, llegando a grabar con ellos en el disco “Llegó el día”. “Escalera al cielo” (Movieplay 1981) es su primer trabajo personal, alejándose algo del rock andaluz e impregnando sus temas de ritmos más funkies e incluso bailables, aunque siempre con el sabor auténtico de su guitarra, entre los sonidos mediterráneos y del sur, además de incorporar su voz, lo que le diferencia de su trabajo puramente instrumental con Guadalquivir.